Consigue una boca sana y cuidada
casi sin darte cuenta y prepárate para sonreir sin complejos.
Una sonrisa es el signo universal de la
felicidad y significa lo mismo para
mujeres, hombres y niños. Un sonrisa
te transforma, te hace tan fuerte que
eres capaz de comerte el mundo.
Cuando sonríes reflejas seguridad en ti
mismo, transmites confianza y los
demás perciben que tienes el control.
El 70% de las personas se ven más atractivas cuando sonríen.
¿Y tú por qué no sonríes?
Para, piensa un momento y responde
Probablemente nunca te has ocupado de tus dientes como se merecen.
Si eres de los que se lavan los dientes tres veces al día y de vez en cuando se enjuagan la boca con un antiséptico, te damos la enhorabuena. Pero no es suficiente.
Puede que te falte alguna pieza y, como no se ve, crees que puedes dejar el hueco ahí por el momento y ya verás lo que haces luego. Y así van pasando los años y un día te das cuenta de que tienes los dientes movidos y, lo que es peor, las muelas de alrededor se te han desgastado y ahora te cuesta mucho más masticar.
Seguramente muchas veces has pensado que ojalá tus padres te hubieran llevado al dentista en la infancia para corregir esos dientes que se apiñan unos con otros. Esos que escondes poniéndote la mano en la boca cuando sonríes para que nadie los vea.
O puede que sueñes con tener los dientes de los actores de Hollywood, blancos y alineados pero crees que esos tratamientos no son para ti porque alguien te dijo que son dolorosos, largos o muy caros.
Nunca te han dolido los dientes. Entonces, ¿para qué vas al dentista?.
Según diversos estudios, el 90% de la población mundial padecerá en algún momento de su vida una enfermedad bucodental. Si este dato te parece preocupante, quiero que sepas que se pueden tomar medidas antes de que sea demasiado tarde.